Sin duda que una de las danzas más conocidas del estado español, son las que se ejecutan en Anguiano con motivo de sus fiestas en honor a Santa María Magdalena. Sin embargo, el conocimiento que tenemos de la misma, se circunscribe, principalmente, a los momentos más singulares de la danza y la bajada por la cuesta de los danzadores.

Pero más allá del momento fotográfico, la danza de Anguiano nos revela un sinfín de aspectos que hacen de la misma un referente identitario para esta localidad riojana y una expresión cultural de enorme interés.

El grupo de danzadores está formado por ocho jóvenes que participan en las diferentes ocasiones en las que la danza está presente. El papel protagonista de este colectivo, se visualiza sobre todo cuando se lanzan (escalera de la parroquia y la Cuesta) y también en la procesión de la santa o los “troqueaos” que se interpretan en la plaza.

En estas ocasiones, no es entendida la danza sin la participación de los músicos que los acompañan. Tambor y gaita son interpretadas en cada uno de los momentos en los que los danzadores están presentes. Las “tocatas” que se ejecutan por gaiteros y tamborilero son (Martínez: 2003, 122): el pasacalles, el saludo, la entradilla, la tocata, el paso de la Santa, y los troqueaos. 

Junto a los danzadores y los músicos, otra figura importante de la danza es la del “Cachiberrio”, un personaje que, en forma de versos y chascarrillos, solicita ayuda a la Santa y realiza de forma jocosa peticiones a las autoridades. El carácter amable de esta figura, a priori secundaria, revela la necesaria transgresión y el carácter satírico, presente en numerosas ocasiones festivas.

Respecto a la indumentaria destacar el uso de un chaleco abierto de diferentes colores, el calzón de color negro, la enagua blanca, faja de paño azul, alpargatas y medias, y la saya realizada en tela de damasco de color amarillo. A estos elementos debemos sumar las castañuelas y los zancos, complemento realizado en madera y que es el que singulariza a esta danza.

Aunque de forma menos visible, es importante subrayar el papel que tienen los que sostienen a los danzadores cuando estos se tiran por las escaleras cercanas a la parroquia y en la Cuesta. Los conocidos como “veteranos”, además de velar por la seguridad de los danzadores, son los encargados del atado de los zancos y de revisar la indumentaria y otros aspectos de la danza.

Al respecto de la transmisión de la danza, debemos subrayar la importancia de la creación de la Asociación “Danza de Anguiano”, una institución que pretende salvaguardar los valores inherentes a esta expresión cultural.

Una prueba de la relevancia de esta danza es su declaración en el dos mil dieciocho como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial. Este reconocimiento debería entre otras cuestiones, proyectar un plan de medidas que incidan sobre todo en la investigación de la misma.