La Danza de Danzantes de Frómista, es uno de los elementos que componen el ritual en torno a la festividad de San Telmo, patrón de la localidad.

San Pedro González Telmo fue canonizado en 1742 aunque el único documento que se conserva de la fundación de la Hermandad del Glorioso San Pedro González Telmo es del año 1819, siendo la actual cofradía heredera de aquella, y, desde entonces, encargada de la organización de los festejos en torno al patrón de la villa.

Ocho días después de la Pascua de Resurrección, el lunes siguiente al domingo de Cuasimodo o segundo domingo de Pascua, celebran en Frómista (Palencia) el día de san Telmo, con la procesión del Ole, cantando los gozos, con toros, procesión y danzas.

Terminada la solemne misa de Resurrección, se baja a San Telmo y se le coloca en sus andillas, desde donde preside la Novena y todos los oficios religiosos durante las Fiestas. Se comienza la celebración con el Santo Rosario y se continúa con la misa y la novena finalizando con la entonación de “los gozos” en honor al santo.

El viernes anterior se realizará la ofrenda floral y el domingo por la noche la procesión cívica de El Ole donde se saca el estandarte del santo o “vítor” conmemorando la llegada de las reliquias en la anochecida del 19 de octubre de 1742 a donde acudieron vecinos y lugareños con teas y colocando numerosas hogueras para iluminar al paso de la comitiva. Esta procesión se documenta también en los Fondos de Música Tradicional del IMF-CSIC en 1948 por Luis Guzmán Rubio donde señalan que todos los cófrades, en parejas dándose frente mutuamente, con largos palos en la mano, delante de la imagen y avanzando lentamente al ritmo del fraseo, sin guardar orden, salen por la noche.

El lunes saldrá la procesión con el Vítor y las reliquias bajo palio, con el pasacalles (danza de castañuelas) que los danzantes y los dos birrias realizan acompañándose de castañuelas. Al final del recorrido, los danzantes ejecutarán las danzas de palos y la danza tejer el Árbol, dando paso a la celebración de la Santa Misa. El domingo siguiente se celebrará la procesión de San Telmillo igualmente con las insignias y las danzas.

La Danza de Danzantes de Frómista, que depende de la Cofradía de San Telmo, patrón de la localidad, forma parte del rico ritual en torno a San Telmo, y está compuesta por paloteos, danzas de castañuelas y la danza Tejer el Árbol. Está ejecutada por ocho danzantes (formación infantil y mixta) y dos birrias y están acompañadas por la dulzaina, y el tamboril en la parte final junto con las castañuelas de los birrias.

El vestido de los danzantes está compuesto por una chambra blanca adornada con cintas de colores en la espalda formando una M, y dos faldillas, cubiertas por una de tul que denominan tonelete, y que puede ser amarillo o lila. Se complementa con pañuelo anudado a la cabeza, y medias y zapatillas blancas.

Los birrias, que se disponen con respecto a los danzantes uno delante y otro cerrando, adoptan el papel de maestros o guiadores de la danza. Van vestidos con piezas enterizas a modo de pelele en este caso de estampación floral, y cubiertos con pañuelo coronil. Complementando la librea de los birrias, han conservado estos personajes de la danza, elementos que los entroncan con las mascaradas de invierno propias del tiempo de Carnaval, en este caso con una tarrañuela de grandes dimensiones que hacía las veces de pilar para el agua bendita mientras la otra parte hacía de cestillo donde recogían las propinas que se entregaban a los danzantes, y en el caso de Frómista también el otro birria porta la culebra. Su función en la danza pasa por guiar a los danzantes, marcar el ritmo de los palos o en la danza Tejer el Árbol, sujetar el palo del que cuelgan las cintas de colores que los danzantes deben trenzar al ritmo ternario de la dulzaina.

La danza de palos de Frómista conserva ocho lazos (“El pajarito”, “Lavandera”, “Al glorioso san Telmo”, “Señor mío Jesucristo”, “La Virgen es costurera”, “Los pajaritos” y “Don Diego”) aunque se recuerdan también “Los Maceos” y “Los molinillos de Don Pedro”. Se interpretan al menos desde 1880 con dulzaina (aunque alternan hasta 1910 con la flauta de tres agujeros y el tamboril), seguramente siendo antes canciones que danzas ya que en los Fondos de Música Tradicional del IMF-CSIC en 1945 encontramos como canciones fromistanas La Fuentecilla, Los Pajaritos, Los Molinillos, y Subí al árbol, testigo por tanto de que la música vocal de tradición oral sirvió de sustento para las danzas.

Los repertorios van sumando o perdiendo danzas con el paso del tiempo ya que como danzas, en la Fonoteca de la Fundación Joaquín Díaz, recopiladas en 1983 por Luis Guzmán Rubio, se recogen La Fuentecilla, Los Pajaritos, El Pajarito, La Virgen, Las tres Monjas, Señor Mío Jesucristo.