Las treboadas son formaciones musicales, de posible origen portugués, que constan de una formación musical de gaitas de fole y percusiones, estas últimas, lo más característicos de estas agrupaciones, integradas por tambores y bombos de varios tamaños, algunos de ellos de enorme factura. Su tañer suele ser fuerte y sonoro, muy característico. Tiene similitudes a los folións de algunas mascaradas orensanas.

Las treboadas, en tierras gallegas, destacaron en la localidad de Tomiño, en el Baixo Miño. Desde allí se desplazaban por la comarca a amenizar diversas festividades.
A día de hoy algunas otras agrupaciones, caso del “Trebón dos Xidos”, compuesto por gentes de A Guarda y El Rosal, han continuado con la tradición de Tomiño, tomando parte de su repertorio y lo han ampliado con otros temas de la tradición musical, tanto instrumental como vocal, de la comarca.

Esta agrupación pone en funcionamiento su música en actos como los carnavales y la Navidad, cuando son llamados para ello, pero el acto más importante de la comarca en lo referido a las treboadas y las percusiones es la fiesta denominada “Festa do Monte”. Tiene lugar la segunda semana de agosto y su origen se remonta a principios del siglo XX. Su origen estuvo enfocado al turismo y se debe a la Sociedad pro-Monte Santa Tecla, que la creó para dar importancia a dicho monte. En su origen consistía en asistir a la romería, en la que los asistentes comían en el campo. Para amenizar se contrataba a gaiteros o a las treboadas de Tomiño, pero los músicos solían acercarse a los corros de gente pudiente, ya que eran convidados por tocar a su lado. Por ello, los marineros, población más menesterosa, empezó a comprar, de manera expontánea, tambores y bombos y a ensayar a lo largo del año en los distintos bares de A Guarda. El día de la romería iban los diversos grupos y tocaban en la romería de la Festa do Monte.

En la actualidad el número de participantes tañedores de bombos y otras percusiones de mano ha aumentado de tal manera que puede considerarse el día grande de esta fiesta -el domingo- como la mayor concentración de bombos y tambores existente en Galicia.
Gran parte de estos grupos no son profesionales y poseen tan solo un par de ritmos que repiten insistentemente, llevándose a cabo lo que nuestro informador comunica que es denominado en la zona como “mallar no bombo”.

Su grupo, ya citado, Trebón dos Xidos, mantenedor de la tradición más añeja, ligada directamente con las treboadas de Tomiño, tiene dicho nombre debido a las propias treboadas o trebóns, palabra que denomina al ruido de las tormentas y el adjetivo xido, perteneciente a la jerga de los “cabaqueiros”, hombre de A Guarda y El Rosal que se deplazaban a Castilla a elaborar tejas o “cabacos”, siendo xido equivalente