Comunidad Gitana

El luto

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Descripción

La muerte es una de las realidades más temidas y respetadas para el pueblo gitano, tanto es así que su mención supone, dependiendo del contexto, una afrenta e incluso un motivo de sanción. La parte probablemente más importante de este ámbito es el duelo, mayoritariamente conocido dentro de la comunidad como “luto”. El luto supone una serie de acciones que implican a toda la familia y los conocidos del difunto.

“No ven la televisión, no escuchan música ni cantan o bailan. Los vecinos que viven al lado del gitano enlutado encienden la televisión con el volumen muy bajo para respetar el dolor” (PROFESORADO CPEPA JACETANIA, 2010: 68).

Los familiares más directos del familiar difunto tienen la obligación de vestir hábitos negros durante un prolongado lapso de tiempo, normalmente durante más de un año. Además, la televisión debe ser retirada o tapada con una tela blanca y no puede ser escuchada música banal o de júbilo.

[El luto] es importante, importantísimo. Hace, me parece que fue 3 años, partió mi padre y al año siguiente partió mi madre. Entonces nos costó un poco recuperarnos, pero como ya tenemos nietos en casa pues, el luto hay que llevarlo… bueno pues ya lo saben: no escuchar música, la televisión y demás. Pero con niños en casa es muy difícil esa tarea, entonces pues escuchábamos la tele, veían los niños eso y yo pienso que el luto, sin ofender a nadie, que estos temas son delicados y importantes, creo que uno puede estar con mu buena cara y puede estar llorando por dentro, porque a veces el luto se lleva dentro. Hombre n. 1977 (Jaca)

El mayor peso del luto recae sobre la figura de la mujer en este caso, si la hay, la viuda. De tal modo que esta ha de vestir igualmente la ropa negra y, en suma, un pañuelo negro en la cabeza. Como otro de los elementos diferenciadores, respecto al luto de los demás familiares, encontramos la duración: la viuda debe permanecer enlutada durante el resto de su vida, no pudiendo ir a celebraciones, entrar a bares ni a centros comerciales sola…

Mi abuela pues igual tuvo… sin ser seguro, igual tuvo [el luto] 8 u 10 años. Es que yo desde que conocí a mi abuela siempre la vi con su pañuelo y de ropa negra. Hombre n. 1977 (Jaca)

Las mujeres se visten de luto para toda la vida, la viuda no suele volver a casarse aunque tenga hijos, irá vestida de negro de «los pies a la cabeza», no se «meterá en líos” y estará sola para pensar en el difunto. (PROFESORADO CPEPA JACETANIA, 2010: 67).

Mi bisabuela quedó viuda a los 42 años y falleció a los 87 años y, durante todo ese período siguió al pie de la letra lo pautado por la tradición. La única excepción es que, en sus últimos años, dejó de llevar el pañuelo negro en la cabeza. Hombre n. 2001. Garrapinillos (Zaragoza)

El control social a día de hoy a las mujeres gitanas en familias altamente tradicionalistas puede llegar a ser intenso, llegando a generar en ellas fuertes sentimientos de opresión y de asfixia. (ASENSIO, 2015: 323)

Al darse la muerte de un ser querido, los familiares y conocidos gitanos arropan sistemáticamente a la familia afectada mediante acompañamiento y ofrecimiento de ayuda económica o de cualquier otro tipo. De este modo, antes de acudir al velatorio quienes deben hacerlo visten las ropas negras, iniciándose de forma oficial la etapa de luto.

Hace no muchos años el sepelio se realizaba obligatoriamente en el culto al que el difunto pertenecía pero esta práctica quedó fulminantemente prohibida despojando, independientemente de los motivos, al pueblo gitano de una pequeña parte de su cultura y tradición sin ninguna otra alternativa similar. Independientemente del lugar de la vigilia las indicaciones son las mismas, los más allegados y quienes así lo sientan deberán acompañar a la familia en el proceso hasta que se produzca la sepultación.

Si las alegrías y los gozos son motivo de celebración, y se conducen y comparten en la sociedad gitana, con familiares, amigos, conocidos, y vecinos, acompañar en las muertes son de obligado cumplimiento para todas las personas conocidas del difunto que permanecerán junto a él hasta que se le entierre en el cementerio. Se le velará durante toda la noche en el culto. (ASENSIO, 2015: 322)

Durante el velatorio, algunas mujeres se encargarán por iniciativa propia de brindar bebida a los presentes, café o agua simplemente, considerándose inapropiado el resto de brebajes. Tampoco está aceptada la ingesta de alimentos durante el proceso para los familiares más cercanos del “muló” (fallecido).

La celebración del culto con motivo de despedida depende de la familia. Algunas lo realizan justo al llegar al lugar donde será velado, mientras que otras optan por hacerlo una o dos horas antes de que los restos mortales emprendan su viaje final. Cuando es el momento de partir hacia el cementerio se inicia la marcha fúnebre en la que, normalmente caminando, los familiares se sitúan por orden de cercanía detrás del coche que alberga al difunto y lo acompañan hasta la llegada al camposanto.

Una vez todos llegan al cementerio, antes de enterrar al difunto se realizan unas cortas oraciones entonadas por el pastor correspondiente, o el de mayor autoridad ahí presente, en las que se ruega a Dios por el cuidado del alma de la persona que ha partido.

La comunidad gitana no se plantea la incineración, siendo un gran tabú dada su connotación sacrílega. Su simple mención puede originar un acto de reprimenda o, incluso, disputa intrafamiliar.

La población gitana necesitará un lugar físico dónde ir a llorar a sus muertos, necesitarán sentir la presencia de sus restos, de ahí que jamás se planteen la incineración y sea tan importante la materialización del cuerpo. (ASENSIO, 2015: 323)

Tras el entierro, los miembros de cada núcleo familiar se reagrupan en sus respectivas casas y descansan durante un largo lapso de tiempo. Algunos optan por mantenerse en ayunas algunos días ya que sienten que su vitalidad se ha ido con el difunto y se muestran apáticos y desganados. Otros, en cambio, optan por alimentarse y, de hacerlo el mismo día del entierro, preparan sopas de pan y ajo.

Ante el luto, los gitanos lloran y lloran, ayunan varios días, no comen carne, ni platos elaborados con este producto. Es muy común entre los familiares del difunto tomar sopas de pan y tomates durante veinte o veinticinco días; algunas abuelas gitanas, como la abuela Consolación, llevó esta dieta durante más de treinta y dos años. (PROFESORADO CPEPA JACETANIA, 2010: 67)

TRASMISIÓN

La transmisión se da exclusivamente dentro del núcleo familiar mediante la oralidad aunque, al ser la muerte el mayor tabú del pueblo gitano, su propagación se da por medio de la observación ya que, al llegar el momento, todos conocen el protocolo de actuación a pesar de no haber sido mencionado explícitamente.

VALOR

Se retrata la importancia y el valor del luto dentro del pueblo gitano asociándolo, en ocasiones, a un deber sagrado a cumplir.

[El luto] también era mu sagrao y era muy esclavo. Se quedaba una mujer viuda… se ponían un pañuelo p’aqui asín (rodeándose la cabeza, de arriba abajo, con las manos), se cortaban el pelo como la palma la mano, y encima otro. Y se tenían que estar lo menos un año comiendo en una teja. En vez de en un plato, en una teja. Un año, año y pico. Y ande habiera… si ahi había una reunión de hombres esa mujer no podía acercase. (…) Y había un luto… buah… Aquí había un luto y ¿armar una juerga aquí en esta esquina? (chasca la lengua en señal de negación) Jamás… se iban de veinte leguas de camino a armar una… Mujer n. 1948 Torre los Negros (Jiloca)

ANTIGÜEDAD Y CONTINUIDAD

Como con la mayoría de los elementos del patrimonio inmaterial del Pueblo Gitano, resulta casi imposible concretar la fecha de aparición de las costumbres de esta comunidad. A día de hoy, el luto sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la cultura gitana, pero se ha dado un proceso evolutivo que ha tenido como principal consecuencia la flexibilización de las acciones obligatorias a tomar tras la defunción de un ser querido.

Este cambio se encuentra estrechamente ligado a la aparición de nuevas realidades en la cotidianidad del gitano y, sobre todo, al auge de la tecnología.

Eso también ha cambiao un poco porque yo me acuerdo las gitanas de antes [que] se ponían de luto y era para toda’a vida, ahora a lo mejor lo llevan un par de años, tres o por ahi, luego ya se lo quitan. Tampoco la juventud respeta eh, como antes. Porque antes la juventud vía una mujer de luto o un hombre y ya ni músicas ni tonterías, ahora ven una mujer de luto y si van con el coche con la música a tope igual les da. Mujer n. 1974 (Jaca)

En mi casa hasta ahora no se ha llevao, lo que son los hermanos y demás luto pero… ahora el luto se lleva mu poco, en lo que yo he visto, eh. Se lleva mu poco, meses o un año pero poco. Hombre n. 1977 (Jaca)

SALVAGUARDA

No existe ningún tipo de medida de salvaguarda salvo la transmisión de generación en generación de tales costumbres. En cualquier caso, es un mensaje que cada vez va calando menos en las nuevas juventudes gitanas. Claro ejemplo de ello es la paulatina y tremendamente lenta incorporación de la figura de la viuda a la vida social: ya no se le aísla sino que se tiene compasión por ella, de modo que el ratio de acción del que dispone cada vez es mayor.

Anexos

ASENSIO BALAGUER, Ana. Mujeres gitanas de Zaragoza: de lo privado a lo público, un análisis desde la Perspectiva de Género. Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2015 (tesis doctoral).

DÍAZ, Luis Miguel; RIVAS, Félix A.; RODRÍGUEZ, Daniel y RODRÍGUEZ, José Francisco. Patrimonio inmaterial del pueblo gitano en dos ciudades aragonesas vinculadas al camino de Santiago: Zaragoza y Jaca. Madrid, Acción Cultural Española, 2022 (estudio inédito).

LÓPEZ RODRÍGUEZ, María Esther. Cruzar la línea. Mujeres gitanas, entre la identidad cultural y la identidad de género. Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2019.

PROFESORADO CPEPA JACETANIA. Dron, dron caló. Camino, camino gitano. Barrio San Jorge, Jaca. Jaca, CPEPA Jacetania, 2010.

RODRÍGUEZ MARTÍN, María del Carmen. La comunidad gitana chabolista de Montemolín. Zaragoza, Ayuntamiento de Zaragoza, 1995.

«Más allá del silencio. El rito funerario gitano.» https://youtu.be/w9mRL3XG-uM

Santos Baso. Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca.

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