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El matrimonio constituye uno de los pilares fundamentales de la cultura del Pueblo Gitano. El ritual consta, generalmente, de tres fases o etapas: pedimiento, ajuntamiento y boda. Este último estadio supone, entre otras cosas, la rubricación de las anteriores fases y tiene el fin de formalizar, por vía legal o religiosa, el matrimonio a través de una posterior celebración. Cabe destacar que, el elemento principal en torno al que gira todo el proceso es la pureza de la mujer, esto es, su virginidad. La pérdida de la misma supone una gran «afrenta», una humillación pública en la que no sólo está en juego la integridad moral de la chica sino de toda la familia. La pérdida de la virginidad de la joven, supone cuestionar el honor y la autoridad de todo el grupo (ASENSIO, 2015: 237).
Las bodas siempre tienen que demostrar la pureza de la mujer. Mujer n. 1970 (Garrapinillos-Zaragoza)
El pedimiento podría ser definido como un noviazgo público con el consentimiento de los padres. Para contar con el mismo se ha de seguir un determinado protocolo.
El padre del novio pasa a pedir la mano a la novia y preguntaba a la hija «¿Tú quieres a fulano? ¿Te gusta?» Y cuando lo veías si era guapo pos decía que sí y si no, no. Mujer n. 1972 (Zaragoza)
A partir de ese momento, ambos cónyuges en potencia deben acatar una serie de normas tales como: la imposición de un horario estricto y determinado para entrar y salir de casa, no expresar muestras de cariño en lugares públicos, no dormir juntos, ni pasar tiempo a solas en ciertos momentos (reuniones familiares, celebraciones…), entre otras.
La duración de este periodo puede variar en función de la familia y su coyuntura (el luto obliga a postergar la celebración de las siguientes fases, por ejemplo). Pero, en general la duración estándar se sitúa alrededor de un año, o dos a lo sumo sin circunstancias excepcionales. En relación a ello una de nuestras informantes relata lo siguiente:
No más de un año. Meses, un año… más o menos. Cuando se tenía pa las bodas. Pa después de la vendimia. Después de la vendimia se casaban mucha gente. Mujer n. 1972 (Zaragoza)
Previo a continuar con la explicación de las siguientes fases, es de obligado cumplimiento realizar un apunte sobre la manera de festejar las mismas. Para ello nos apoyaremos en lo dictado por una de nuestras informantes:
Según en qué familias… ahora mismo hay familias que hacen la boda en dos días, un día hacen la prueba del pañuelo y al otro día la celebración. Pero normalmente se hacen en un día todo. Mujer n. 1972 (Zaragoza)
En la segunda fase, el ajuntamiento, es esencial la figura de la ajuntadora o jardinera. Esta se ocupa de constatar la virginidad de la joven por medio de la realización de la prueba del pañuelo. La ajuntadora, que percibe una cuantía de entre 600 € y 1000 €, debe ser una gitana de respeto de avanzada edad.
Durante esta ceremonia la joven se encuentra en una habitación, recostada, normalmente, en una mesa con mantas y, expectante, aguarda para el resultado de la prueba bajo la atenta mirada de decenas de mujeres que ya la han superado. Así pues, la ajuntadora, muestra el pañuelo todavía sin valor, bordado y decorado por la madrina, a los hombres y mozas (mujeres no casadas), que esperan fuera, para después dirigirse al encuentro de la todavía moza. Una vez allí, introduce el pañuelo en la vagina de la joven tres veces, aunque pueden ser más si la novia así lo desea “para los suegros”. Por cada vez que esto se produce las gitanas presentes entonan una canción de júbilo o, en otras ocasiones, simplemente aplauden, mientras que la ajuntadora realiza un nudo en la superficie que ha estado en contacto con la cavidad de la moza. A estos atos se les denomina rosas.
“Pues nosotros, la religión gitana, pa cuando hacemos un casamiento pues la verdad tenga la chica vente años tenga quince, tenga catorce, con la edad que tenga ella, pues tenemos costumbre de llamar a una mujer, que pa los gitanos es la ajuntadora, y antonces las ajuntamos y se no saca las tres manchas estas pa nosotros no son buenas. No es que hagamos nada, cuidao, pero ya no son miradas como una mujer buena, doncella. (MONESMA, 1986)
Una vez completada esta parte del ritual, la novia se sienta y las mujeres casadas la felicitan y, con cestas, arrojan peladillas entre sus piernas. Posteriormente son las solteras, o mozas, quienes entran para felicitarla y recoger las peladillas con el fin de cosechar buena suerte para su futuro matrimonio. Finalmente es el novio el que entra con un ramo de flores, que entrega a la novia en señal de gratitud.
Muy-muy importante en las bodas, las peladillas (…) es signo de prosperidad y de fertilidad. Mujer n. 1972 (Zaragoza)
Para concluir este rito, la tradición marca que el pañuelo debe ser expuesto ante todos los presentes para que, en primer lugar padrino y madrina realicen un pequeño speech en el que se ensalce el buen hacer de la novia y el gran valor del pañuelo por lo que simboliza para la cultura gitana. En esta intervención se pronuncian oraciones como: “El día que se acabe esto no seremos nada”.
Como llave de la honra se recurre a una práctica enormemente censurada dentro de la comunidad gitana, y no es otra que maldecir o jurar. De tal modo, usualmente, el padrino insta a los presentes a realizar cualquier crítica o inconformidad con el resultado de la prueba en ese momento porque si lo hacen más tarde “me cagaré en sus muertos”.
Ahora, cuando presentamos este pañuelo hay inteligentes que entienden, entonces lo miran y dicen si alguien tiene que hablar d’este pañuelo entonces que se hable aquí en el cuadro. Y ea, hacemos un juramento pa’l que la persona que sepa que es malo pos que diga que es malo, y la persona que entrepeta que es bueno pues que digan que es bueno. (MONESMA, 1986).
Finalmente, se produce la boda o celebración, una fase que en los últimos tiempos ha hecho que el rito central de la misma, la rondeña, se vea relegado a un segundo plano para tomar protagonismo factores como la indumentaria de los novios (especialmente los vestidos de la novia, que pueden ser hasta cuatro o incluso cinco aunque normalmente son dos), el lugar dónde se celebra, el banquete ofrecido…
[En] las bodas, por ejemplo en la mía, no se llevaba nada la parafernalia. Entonces hicieron unos bocadillos, se puso una mesa con ensalada o tomates o no sé lo qué era y poco más. Cuando se casaron mis hijas era ya otra cosa, porque ya cogen un local, tal… se alarga la boda todo el día y también pienso que se podría simplificar un poco. Pero bueno, en comparación con lo que se hace ahora, mis hijas se casaron un poco más normalillo de lo que hay, porque hay gente que hasta alquila castillos p’hacer bodas, o sea todo muy… con mucha parafernalia. Mujer n. 1972 (Zaragoza)
Esta última etapa se divide en varias subfases cuyo orden y realización dependen de la familia protagonista. Las fases llevadas a cabo y su disposición, más comúnes a día de hoy, son las siguientes:
Durante esta parte, la familia del novio por un lado, y la de la novia por otro, visten a su respectivo familiar protagonista. Acabado esto, cada familia se reúne en el habitáculo más amplio del lugar en el que se encuentran donde la mayoría de familiares entonan unas cortas palabras deseando al novio o la novia prosperidad, protección y sobre todo, fertilidad.
Es necesario resaltar que los familiares se disponen en círculo alrededor de la novia o el novio, siendo este/a último quien, en orden (normalmente de importancia) sirve champán, cava, o incluso sidra dependiendo de la capacidad económica de la familia, como símbolo de otorgamiento del turno de palabra. Finalmente, todos los familiares brindan cerrando el círculo hacia el novio o la novia al grito de “¡Viva la novia!” o “¡Viva el novio!”.
Y después, en la rondeña, que para mí es lo más bonito de las bodas, la rondeña, se tiran [peladillas] a lo alto a la novia y a los que bailan con ella. Se pone la novia vestida de blanco y los hombres casaus bailan con ella y la cogen en alto. Y las mujeres tiran las pe… las almendras al aire. Luego ya, cuando ya se termina la rondeña ya bailan todos. Pero lo que es la rondeña y levantar a la novia… solo los casaus (…), hombres casaus que se hubieran casao como manda la tradicion gitana. Mujer n. 1972 (Zaragoza)
Mención escueta merece una nueva realidad, cada vez más integrada dentro del Pueblo Gitano, en la búsqueda de pareja: el festejo. No podríamos hablar de una fase como tal ya que no está bien considerada en la comunidad gitana y ha de realizarse a hurtadillas. Consiste básicamente en que los y las jóvenes buscan a su par de forma autónoma, probando la validez de su posible relación antes de iniciar el rito formal.
Se ha aflojao mucho, el tema por ejemplo de las bodas, porque ahora se buscan ellos, se casan ellos y antes pues bueno, el tema de la honra de la muchacha y ahora también según qué casas, es lo más importante que hay. Hombre n. 1977 (Jaca)
La transmisión de este elemento del patrimonio inmaterial es de carácter oral dentro de las propias familias. A pesar de ello, ni a los niños ni a las niñas se les explica el proceso, y ni siquiera se plantea que uno de los miembros vaya a romper el patrón. De tal modo, podríamos decir que la realización de estos rituales se pone en práctica por la imitación de los patrones conductuales, no sólo de los padres sino también de la familia; todo ello sojuzgado a la presión que ejerce el hecho de no poder salirse del camino debido a las consecuencias.
Yo no pasé por la prueba del pañuelo, elegí no pasar por la prueba del pañuelo pese a las consecuencias que eso pudiese tener y, a día de hoy no me arrepiento. Si pudiese volver atrás no pasaría por esa prueba. Tuvo una repercusión muy fuerte, que fue hacia mis padres, bueno, mi familia no es… que seamos nadie importante, pero mi familia es cierto que ha tenido siempre una posición privilegiada dentro de la comunidad gitana. Pues sí que hubo esa repercusión de señalamiento, de decir: “Fíjate, que L. pues ha tomado otro camino”, ¿no? Y hacérselo notar a mi familia, y señalarla un poco. También tuvo otro impacto, mucho más positivo, a mi parecer la salida de mi casa favoreció la vida de mis hermanas, en el sentido de que han conseguido una formación y un trabajo que, de otra forma, a lo mejor, no habrían obtenido. Mujer n. 1985 (Zaragoza)
Los rituales de matrimonio son, para la comunidad gitana, el elemento principal de su idiosincrasia. Tanto es así que la vida de todos los integrantes del núcleo familiar está enfocada a la culminación de tal proceso lo que tiene graves consecuencias para, sobre todo, la mujer o, más bien, la moza. Su figura es invisibilizada y aislada de ciertos entornos que pudieran perturbar la pureza de la misma. De tal forma, no gozan de una vida social normativa y no pueden realizar determinadas actividades lúdicas como ir en bici, dar volteretas, estar con hombres que no sean de su familia, salir a la calle sin permiso…
Fue la primera persona que me dijo que era guapa y, bueno, tenía yo dieciocho años cuando nos comprometimos, cuando nos pedimos mejor dicho, y diecinueve cuando me casé. (…) Aprendí cosas que no sabía que existían… Mujer n. 1970 (Zaragoza)
No se conoce la fecha exacta del comienzo de estos rituales, pero probablemente constituirían una de las primeras tradiciones instauradas dentro de la comunidad. Es reseñable que su realización ha supuesto, y supone, una herramienta de preservación de la comunidad, de ahí el histórico empeño para su conservación. A día de hoy puede que uno de los objetivos principales no sea custodiar la existencia del pueblo gitano pero, aún así, su importancia y vigencia sigue siendo equivalente.
No existen medidas de salvaguarda formales, ni apoyadas por ningún tipo de herramienta política pública, pero a pesar de ello es la propia comunidad gitana quien se encarga de reivindicar valores como la pureza y de imponer sanciones a quienes no imitan los modelos conductuales aceptados. Cabe destacar el surgimiento de un pensamiento dispar dentro del mismo Pueblo Gitano que considera determinadas tradiciones arcaicas e innecesarias.
Las bodas siempre tienen que demostrar la pureza de la mujer, cosa que hicimos tanto mis hijas como yo. No por imposición, eso es verdad, pero sí que es verdad que puede haber otras formas de hacerlo, yo en eso sí que cambiaría no el casarse cada uno como quiera, pura o no pura… pero sí que cambiaría la forma [para quienes quieren demostrar la pureza], no me parece adecuao el método que se ha usao durante años, me parece que es algo innecesario totalmente. Mujer n. 1970 (Garrapinillos-Zaragoza)
ASENSIO BALAGUER, Ana. Mujeres gitanas de Zaragoza: de lo privado a lo público, un análisis desde la Perspectiva de Género. Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2015 (tesis doctoral).
IBOR MONESMA, Carolina. Músicas y palabras en Valdejalón. La Almunia de Doña Godina, Tintaura, 2012.
LÓPEZ RODRÍGUEZ, María Esther. Cruzar la línea. Mujeres gitanas, entre la identidad cultural y la identidad de género. Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2019.
MONESMA, Eugenio (dir.). Drun Lachó: gitanos en Aragón. Huesca, Pyrene P.V., 1986.
NIETO, Antonio; DUART, José y BORJA, César Miguel. Gitanos de Aragón. Zaragoza, edición de los autores, 1979.
PROFESORADO CPEPA JACETANIA. Dron, dron caló. Camino, camino gitano. Barrio San Jorge, Jaca. Jaca, CPEPA Jacetania, 2010.
«Boda Gitana». Barcelona, Poble Sec. Colita (Isabel Steva Hernández) Barcelona, España, 1940. MNCARS (Madrid).
Los rituales del matrimonio
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