Comunidad Gitana

El caló

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Descripción

La lengua que hablan los gitanos españoles y aragoneses es el caló. Si bien esta lengua se puede conocer con varios nombres (a saber: Romanó, Romaní o Romanés) utilizaremos la palabra caló para referirnos específicamente a la variante hablada actualmente en la Península Ibérica.

Se sabe que los gitanos al llegar a la Península hablaban Rromanés, con su gramática y vocabulario propios. Sin embargo, esta lengua fue poco a poco degradándose hasta llegar al caló actual que muchos consideran que no se le puede considerar ni siquiera un dialecto del Rromaní sino que es lo que llaman pogadolecto o lengua criolla: una mezcla de vocabulario gitano con gramática castellana que hace completamente imposible la intercomprensión con los romanó hablantes de otros lugares del globo.

“No es un idioma, tampoco es un dialecto romanó puesto que carece de gramática propia, estamos hablando de un pogadolecto. (…) Las raíces de las palabras más antiguas que conservamos los calós españoles, son las mismas que usan los gitanos que conservan la lengua romaní.” (MONTOYA Y GABARRI, 2010: 5-6)

El Rromanes es un idioma indoeuropeo, concretamente perteneciente a la familia de las lenguas indo-iranias y, dentro de esta familia, al grupo de las lenguas indoarias. Así, la mayor parte de su vocabulario tendrá una relación estrecha con el vocabulario de las lenguas del noroeste del subcontinente indio como el guyaratí, el panyabí o el hindi.

Castellano

 

Hindi

 

Rromanes (kalderash)

 

Uno Ek Ekh
Dos Do Duy
Tres Trin Trin
Cuatro Kar Shtar
Cinco Panek Pansh

 

También contiene numerosos préstamos de lenguas con las que los gitanos han estado en contacto a lo largo de la Historia como el persa, el griego bizantino, el rumano y diversas lenguas eslavas, entre otras.

Por tanto, podríamos escuchar de un gitano aragonés decir: Chálo por el dron con mi púska “Voy por el camino con mi pistola”, donde encontramos, además de la notable gramática castellana en la conjugación verbal y en preposiciones y artículos, tres palabras que no son castellanas pero que, a la vez, tienen origen en tres lenguas distintas. El verbo chalar, “ir”, que proviene de lo que algunos autores llaman protorromani, la lengua que hablarían los gitanos a su salida de la India y antes de llegar a Europa y, por tanto, emparentada con el hindi y demás lenguas indoarias. El sustantivo dron, “camino”, que proviene del griego antiguo (Δρόμος Drómos significa “calle” en griego actual) y puska del rumano puşcă “fusil, rifle” .

Por otro lado, está por valorar la presencia de elementos léxicos del aragonés en la manera propia de hablar del Pueblo Gitano en Aragón aunque algunos como “asina” (así), “fiemo” (estiércol) o “sarga” (rama de sauce) parecen apuntar a la asimilación y conservación de cierto vocabulario autóctono.

Actualmente quienes más saben hablar el caló son las personas mayores. En general, está en completo desuso y palabras que podía ser común escucharlas en caló hace poco tiempo hoy día no se reconocen.

Aquí en Jaca hay alguno que sabe alguna palabra [de lengua caló] pero lo que es la juventud la hemos perdido, no sabemos nada de eso (ríe). A lo mejor mi abuela, que en paz descanse, con los más mayores sí. Pero ya la juventud no. Mujer n.1974 (Jaca)

A día de hoy pues… muy poco, muy poco porque además, al gitano que le dices algo en caló pues no lo entiende, porque no se han preocupao tampoco de aprender algo. Hombre n. 1958 (Casetas-Zaragoza)

Actualmente, el caló parece quedar reducido al ámbito de los negocios, dado que se suelen conocer palabras relativas al sector en el que se negocia o trabaja, aunque los números no han perdurado y se utilizan en castellano palabras relativas a los animales, por ejemplo, en el caso de ser tratantes.

Ummmm, sí. Aún lo hemos usao un poquito sí. A mí me toco usarlo aún y de hecho pues aún me sé muchas palabras pero más que nada dedicadas un poco al negocio, más en el tema del negocio. Por ejemplo, ordenador no sé que… no existía, ni teléfono móvil no existía, entonces teníamos las palabras de lo que era el tema del negocio de los animales… de cosas así. Eso sí que lo hemos usao, lo usemos mucho tiempo, seguíamos hablando así. Hombre n. 1958 (Casetas-Zaragoza)

De forma paralela, pues no es excluyente con su uso en los negocios, el caló se ha utilizado y sigue utilizándose como “arma de defensa” ante el payo y también para identificarse como gitano y/o identificar a otro gitano. Así, cuando en una negociación hay varios sujetos gitanos no es raro escuchar palabras en caló entre ellos para así establecer cómo negociar con la/las personas payas. También cuando se conoce a un gitano o se va a entablar una negociación con un gitano no es infrecuente que una de las primeras cosas que se pregunte sea ¿siñelas caló? “¿eres gitano?”, de manera que por un lado se identifica como gitano y por otro se establecen ciertas bases en la negociación.

Tradicionalmente lo han utilizado como <<arma de defensa>> ante el payo o para identificar a otro de su pueblo, cuando existían razones para dudar de la identidad gitana de una persona, le hablaban y hablan en caló para comprobarlo. (MARÍN DEL CASTILLO, 1978: 69)

En el ámbito puramente doméstico su uso es aún más anecdótico si cabe. En aquellos hogares en los que, de una manera u otra, han conseguido conservar una riqueza más o menos abundante de léxico gitano pueden escucharse palabras en caló para referirse a los alimentos, a partes de la casa como la ventana o la puerta, miembros de la familia, etc. Pero casi nunca escucharemos frases completas sino tan solo una o dos palabras sueltas en medio de una conversación en castellano (o en catalán en la franja oriental de Aragón). Todo esto aunque se conozca más palabras en caló que pudieran usarse, nos suele requerir a los gitanos esforzarnos por utilizarlas al estar acostumbrados al uso del castellano (o catalán) como lengua materna. No se piensa en caló y tenemos que traducir del castellano o del catalán antes de utilizarlo. Aun así, este uso del caló doméstico va en retroceso, los más pequeños apenas saben reconocer palabras como “agua” o “pan” y en no pocas ocasiones los mayores hablan en caló para que aquellos no se enteren de la conversación.

Sí. Sí. Ahora no se oye, no s’escucha, no. Ni romanés, ni el caló ni nada. Dices ese gitano o esa presona y eso… Pero caló no. Mujer n. 1948 en Torre los Negros (Jiloca)

TRASMISIÓN

Se reconoce a las personas mayores como principales transmisores y fuentes de conocimiento en lo que al caló se refiere. Es a ellas a quienes tenemos que acudir si queremos saber nuevas palabras en caló y, muchas veces, actúan como autoridad en cuanto a la pureza o veracidad del léxico caló ya que no son pocos los supuestos diccionarios que contienen multitud de palabras que son inventadas o artificiales, que no tienen relación con el romaní o que ningún gitano reconoce como propias ni haberlas escuchado nunca.

Entonces como no se han preocupao pues ya no lo entienden y pasas un poco de decirles porque les tienes que decir: “que te he dicho esto”, pero no les sirve, si no continúan intentando con la gente mayor ir aprendiendo alguna palabra pues al final no hablan nada. Hombre n. 1958 (Casetas-Zaragoza)

VALOR

El caló ha sido siempre uno de los elementos más importantes para el pueblo gitano, le ha servido como elemento identificador, de unión y de defensa ante el mundo payo. Sin embargo hoy día se reconoce como un idioma perdido, del cual cada generación sabe menos palabras y se usa con menos asiduidad aunque hay gitanos que intentan preservar y transmitir lo que queda de ella y se crean grupos en diversas redes sociales donde se escribe y se debate sobre el caló e incluso, los más implicados han llegado a crear sus propios diccionarios como recurso para la preservación y legado de nuestra lengua.

[…] sólo el 28.18% de las familias lo hablan en el hogar y no todos los miembros, frases como: <<nuestra lengua es el castellano>>, <<me da vergüenza hablarlo>>… son comúnmente escuchadas en los jóvenes gitanos. Sólo el 54.83% de la población identifica el <<caló>> como su lengua. Una reivindicación común entre los gitanos concienciados es su recuperación y la transmisión a los más jóvenes. (MARÍN DEL CASTILLO, 1978: 69)

ANTIGÜEDAD Y CONTINUIDAD

Si hablamos del romaní, su origen habremos de buscarlo en la entrada del Pueblo Gitano al continente europeo, pues no puede hablarse de lengua romaní si no es con las influencias y cambios que se produjeron a partir de ese momento que terminaron de conformar la gramática y el léxico nuclear de esta lengua, ya que hay léxico persa o griego que comparte la mayoría de las variantes del romanés (drom, baxt….).

En cuanto al caló, parece claro que los gitanos entraron a la Península Ibérica hablando romanés y si bien se desconoce el momento y las razones por las que en este territorio acabó perdiéndose la gramática gitana tenemos constancia de que en la primera mitad del siglo XVIII en la Península se conservaba una variante del romanó con gramática gitana ya que se escribió el Vocabulario español-gitano del marqués de Sentmenat que, si bien desconocemos la fecha exacta en la que fue escrito, sí tenemos constancia de que el autor vivió entre 1697 y 1762. Este vocabulario contiene algunas frases que conservan declinaciones romaníes y también se conserva la manera de formar los números.

Así, se suele considerar como punto de inflexión en la perdida de la gramática gitana la Gran Redada o Prisión General para Gitanos ocurrida en 1749.

La evolución del caló es complicada de seguir ya que los documentos con los que contamos están plagados de errores evidentes que se van copiando de unos a otros. Sirva, a modo de ejemplo, las palabras molencia y querosto. Molancia viene traducida en varios “diccionarios” como Valencia. Está formada con base en la palabra en caló mola que significa “vale, tercera persona del presente indicativo del verbo valer” a la cual, en un golpe de genialidad, se le añade la terminación -ncia para así formar una palabra que jamás fue utilizada por los gitanos pues ni en romanó ni en caló se traducen los nombres propios, a lo sumo, se adapta la fonética y, en raras ocasiones, la terminación de la palabra para adaptarla a las declinaciones romaníes. Sin embargo, no se encuentra ninguna razón para pensar que este es ninguno de los casos, no solo porque el cambio de vale a mola claramente no responda a una adaptación fonética sino porque en estos momentos la lengua gitana ya había adaptado su fonética a la castellana (v. la palabra lacró recogida en el diccionario escrito por R. Campuzano en 1848 que proviene de la palabra Raklo en romaní. En romanó no se pronuncia la primera “r” de una palabra como en castellano ratón sino más bien como en merodear. Por tanto el caló cambia el orden de la “r” y “l” para evitar que esa “r” se pronuncie como en castellano. También, en el mismo diccionario, tenemos la palabra arajai que proviene del romanés rashay. Nuevamente tenemos un sonido “r” que debemos conservar por lo que añadimos una “a” delante para que este no varíe y, además, hay un sonido que no existe en castellano “sha” que cambiará al sonido “ja”. Este último cambio ocurre también en shoshoi🡪jojoi nashel🡪najel.

La palabra querosto es una traducción, también artificiosa, de la palabra agosto. Como raíz de esta palabra se toma nuevamente un verbo, en este caso la primera persona del presente indicativo del verbo hacer. Así, añadiéndole la terminación -sto obtenemos querosto = (h)agosto.

Estas palabras las podemos encontrar en el diccionario ya mencionado de Campuzano pero también en el escrito por F.M. Pabanó en su Historia y costumbres de los gitanos. Y en el diccionario escrito por Francisco Quindalé, entre otros.

SALVAGUARDA

Actualmente somos los propios gitanos los que intentamos salvaguardar nuestra lengua ya sea a través de las redes sociales, de cursos impartidos en diversas asociaciones y ONGs o con el simple boca-oreja. Sin embargo, no somos pocos los que consideramos que de poco, o nada, sirve mantener una lengua que no nos permite comunicarnos con personas gitanas de otros países o ni siquiera nos permite comunicarnos de manera fluida con los gitanos españoles. Por ello, muchos de los esfuerzos relativos a la conservación de la lengua gitana van más dirigidos a la recuperación y difusión de la lengua Romaní a través de libros de texto, cursos e, incluso, traducción de carteles o flyers oficiales.

Anexos

DÍAZ, Luis Miguel; RIVAS, Félix A.; RODRÍGUEZ, Daniel y RODRÍGUEZ, José Francisco. Patrimonio inmaterial del pueblo gitano en dos ciudades aragonesas vinculadas al camino de Santiago: Zaragoza y Jaca. Madrid, Acción Cultural Española, 2022 (estudio inédito).

MARÍN DEL CASTILLO, Mercedes (et al.). La Comunidad gitana de Aragón. Zaragoza, Diputación General de Aragón, 1987.

MONTOYA JIMENEZ, Juan Ramón y GABARRI VIERA, Israel. La lengua romaní en España desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Madrid, edición de los autores, 2010.

PROFESORADO CPEPA JACETANIA. Dron, dron caló. Camino, camino gitano. Barrio San Jorge, Jaca. Jaca, CPEPA Jacetania, 2010.

Santos Baso. Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca.

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