Leyenda del peregrino del Valle de Cayón. Leyendas sobre peregrinos apoyadas en milagros

Un peregrino caminaba desorientado por las fragosidades de estos cerrados bosques del valle, y se cayó al tropezar contra los guijarros, en ese momento profirió, desesperado por el intenso dolor, una horrible blasfemia. Pudo incorporarse al fin para proseguir su marcha como pudo, hasta encontrar a un pastor que se comprometió desinteresadamente a llevarle por un mejor camino.

Aceptado el ofrecimiento del pastor, fue andando el peregrino y su guía, pero cada vez y según iban avanzando eran más peligrosos los pasos y el terreno más abrupto, pareciendo no tener salida alguna. El peregrino empezó a ver muy cerca su muerte, pues se aproximaba a un tenebroso abismo. En esta situación invocó angustiado al Santo Apóstol, desapareciendo entonces el falso pastor que no era otro que el diablo en persona. Apareció en ese momento, cabalgando en su blanco caballo, Santiago Apóstol y recogió al peregrino poniéndole en la grupa del caballo para llevarle por el camino mejor.