Acogida tradicional

Hospitalidad, práctica social

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Arzúa

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Denominación

Hospitalidad (práctica social)

Fechas

1970 hasta 2020.
Estación: verano (julio y agosto).
Descripción
Hospitalidad Camino

En la presentación referimos cómo el concepto de la hospitalidad en español se relaciona etimológicamente con la atención al peregrino en los hospitales, y a su acogida; y que entre los siglos XVI al XIX la hospitalidad era tan profusa para los peregrinos que llevó a perdurar refranes populares como “Camino de Santiago, tanto anda el cojo como el sano”. En origen, allí la hospitalidad se relacionaba con la mendicidad y la misericordia, pero muchos abusaban al no seguir las normas estipuladas. Parga, Lacarra y Uría (1949, T. II, p. 10) recogen cómo algunos peregrinos “se desviaban con frecuencia de su camino por motivos diversos: los pobres, para pedir limosna o buscando un mejor cobijo, por lo cual las leyes prohibían alejarse de la ruta propia más de cuatro leguas”, es decir, cuatro horas andando. 

La mayoría de las fundaciones del Camino de Santiago buscaban dar hospitalidad y sustentar a los peregrinos y transehúntes que lo necesitasen. Ya desde antiguo se mencionaban algunos lugares del camino, como la “la hospedería actual de Roncesvalles, al pie de Ibañeta”,  fundada en 1132 por el obispo de Pamplona “que alcanza una fama bien cimentada por su hospitalidad y buen trato hacia los peregrinos” (Parga, Lacarra y Uría, 1949, T. II, p. 170). El boloñés Laffi alababa la hospitalidad a lo largo del camino: “Quiero advertir ahora a los peregrinos una cosa de gran interés para ellos y que muestra además la gran caridad que se tiene en España en todos los lugares y ciudades (…)” (Uría, T. I, p. 329), lo mismo que el peregrino inglés Ansgot de Burwell, que en el siglo XI se propuso fundar en Burwell un priorato “por la gran caridad y amor con que allí les habían tratado, a él y a los suyos, cuando volvían de Santiago” (Parga, T. I, p. 51).

A veces los hospitales ganaban fama por la persona concreta que los atendiese. Como en el siglo XVI, cuando era  “Roncesvalles uno de los pocos hospitales de peregrinos que continuaron en el ejercicio de su caritativa misión”, y el subprior Huarte daba nota de lo que implicaba, afirmando que debía permanecer:

con la hospitalidad y con sus ministros acostumbrados, como son las dos sororas, llamadas monjas, mujeres ancianas de buena fama, la una en las enfermerías altas para regir los pobres hombres enfermos, y la otra en las enfermerías baxas para las mujeres pobres enfermas, con sus camas y demás alajas, y siendo posible, sean devotas y sin melindres para tratar bien y limpiamente a los enfermos. Ha de haber así mesmo un charitatero como hasta aquí, el qual tiene cargo de recoger a los peregrinos sanos pasageros y dar las camas y hazerles lumbre y aparejar la comida…  (Parga, Lacarra y Uría, 1949, T. II, 102, n.56).

La obra clásica de Parga, Lacarra y Uría también recoge las diversas casas que tenían las cofradías de Pamplona para peregrinos españoles y extranjeros, y en la de Santa Catalina menciona que – ya desde 1534-1680 –  “acogía gran número de peregrinos belgas, franceses y alemanes; que algunos morían en el hospital y no pocos permanecían semanas y basta meses en calidad de enfermos. A los que fallecían en el hospital se costeaba el entierro y se celebraban misas por sus almas. Estaba regido por un hospitalero, que necesariamente debía ser casado, con obligación de dar a las peregrinos cama, luz, fuego y cena por tres noches”. Ya en el siglo XIX seguía con afluencia, pues entre  1818 y 1828 pasaron “cuatrocientos romeros”, cuando se pagaba “al hospitalero una peseta para el cuidado de cada peregrino” (Parga, Lacarra y Uría, 1949, T. II, p. 116-117).

Hoy en día esos conceptos de hospitalidad en el Camino de Santiago se asocian más a la buena acogida económica en el albergue que a la cura y sanación. A lo largo del camino continua existiendo cierta idea de hermandad que rememora la acogida de los hospitales medievales (más que a las cofradías), pese a que hayan desaparecido o ya no continúen en activo, al contrario que las cofradías. A la par, aquella tradición pasada ha interferido en el paisaje con sus arquitecturas en ruina o recuperadas, y ha trascendido en la toponimia generada por la base de la hospitalidad, como el pueblo llamado  Hospital de Órbigo, donde antiguamente hubo un hospital de peregrinos de los Caballeros de San Juan de Jerusalén, pero hoy día no queda nada de él (RMA, 1, 3vº).  Algunos antiguos monasterios y hospitales tradicionales para recuperar al peregrino ya han sido transformados en albergue (por ejemplo, el antiguo Monasterio en San Juan de Ortega, Burgos). 

Los albergues del camino, guiados tanto por los curas y asociaciones de amigos del camino de Santiago han mantenido es la práctica y el espíritu de la hospitalidad, como recogen y testimonian en sus bitácoras todos los que lo realizan. En general, los peregrinos ya no van buscando sanarse físicamente al camino (es más un camino espiritual, religioso o de meditación), y las formas de atención médica ante las eventualidades ha cambiado mucho, y casi desaparecido. Por norma, los peregrinos se preparan antes del viaje, siguiendo o no las múltiples recomendaciones de las guías o las páginas de internet especializadas en el Camino. Cada cual tiende a preocuparse por la salud de los pies, aunque sigue siendo común ver a peregrinos que los llevan con llagas y con chanclas. Los caminantes van ayudados en la jornada por bastones llevados desde casa o de su palo regalado o comprado en la ruta, como el de árbol de avellano (RMA). Algunos incluso emplean el sistema de enviar la mochila por correos a otros pueblos, haciendo cálculos para llegar que no siempre cuadran con espacio en el albergue. Los albergues no cuentan con médicos, pero sí con botiquín. De modo improvisado, en alguna ocasión puede darse atención sanitaria de naturaleza samaritana por alguna persona que se proponga realizar esta ayuda de forma puntual, reuniendo extensas filas de peregrinos como el Albergue de Maribel Roncal, en Zízur Menor, a la salida de Pamplona (RMA). Como a nadie se desampara en temas de salud en el Camino, se ha creado una unidad móvil para dar este tipo de asistencia, que se anuncia en las redes para conseguir llegar al peregrino (twitter).

Anexos

Ardito, Fabrizio, Peregrinos. 30 giorni a piedi lungo il Camino de Santiago, Milano, Tournig Club Italiano, 2005, p. 144.

BNE (Biblioteca Nacional de España): Exposición: “Carteles para un Camino”, José Tono Martínez (comisario): “Buen Camino, señalización del Camino de Santiago para peregrinos”. Consejo Jacobeo.

Camino de Santiago, “Frases y refranes del Camino de Santiago de Compostela”, TeeTravel, disponible en: https://www.tee-travel.com/blog/ultreia-suseia-sigue-adelante-mas-alla-santiago/ 

Cintas, José,  “El Camino VIII. Por el techo del camino francés”, Equipaje de mano, disponible en: https://www.informacion.es/blogs/equipaje-de-mano/2016/07/24/camino-viii-techo-camino-frances-7987636.html 

Cortés Arrese, Miguel, Por las sendas que conducen al sepulcro del patrón Santiago, Universidad de Castilla la Mancha, 1994.

Entrevistas realizadas por MZM a Rosa Montes Allén (peregrina 1965-2021): julio -agosto 2021.

Lalanda, Fernando, Historia del Camino de Santiago El “boom” del camino en sus años oscuros (1961-1969), Madrid, Vision Libros, 2011. 

Linaje Conde, Antonio, “La benedictinizacion monástica y los caminos de santiago en el hacerse histórico de Álava”, Anales de la Universidad de Alicante, Historia Medieval, nº 4-5, 1986, pp. 257-270.

Murtagh, Natasha & Peter Murtag, Buen Camino! A Father-daughter Journey from Croagh Patrick, Gill & McMillan, 2011. 

Uría, Juan “La hospitalidad y el hospedaje”, en Luis Vázquez Parga, José Mª Lacarra, Juan Uría Ríu, Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, Madrid, Tip. Blass, 1949,  T. I.

Vázquez de Parga, Luis, y José Mª Lacarra, Juan Uría Ríu, Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, Madrid, Tip. Blass, 1949, T. II.

Zozaya Montes, María, Viaje y prisión de José María Román durante la Guerra de la Independencia, Madrid, SCC- Fundación Lázaro Galdiano, 2007.

Vázquez Parga, Luis, en: Luis Vázquez Parga, José Mª Lacarra, Juan Uría Ríu, Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, Madrid, Tip. Blass, 1949, T. I.

Rosa Montes Allén. María Zozaya-Montes.

María Zozaya-Montes mzozayam@yahoo.es

Hospitalidad, práctica social

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