Oficios y artesanías

Cestería y fibras vegetales

La elaboración de cestos con materiales vegetales ha sido una práctica utilizada desde muy antiguo y son numerosos los restos arqueológicos que se han localizado a pesar del carácter perecedero de estos materiales.

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Descripción

La elaboración de cestos con materiales vegetales ha sido una práctica utilizada desde muy antiguo y son numerosos los restos arqueológicos que se han localizado a pesar del carácter perecedero de estos materiales.

Las fibras vegetales son un material que presenta numerosas ventajas. En primer lugar porque son varias las plantas que pueden ser utilizadas para esta función como el mimbre, el cáñamo, la corteza de algunos árboles, la paja,…; un catálogo de plantas que podemos encontrar en muchas latitudes lo que permite una universalidad de esta labor y que en cada caso se adaptaba a los materiales disponibles en cada zona. Por otro lado es muy abundante, fácil de conseguir y económica, tres circunstancias que facilitan su uso.

La necesidad de disponer de contenedores para transportar o conservar diferentes materiales ha sido (y todavía sigue siendo) una necesidad de la vida cotidiana. Cestas, capazos y diferentes aparejos de caballerías elaborados con estos materiales han sido una solución tradicional para resolver este problema. Pero otros muchos objetos eran también fabricados con fibra vegetal trenzada destinados a muy diferentes usos; de estos materiales podemos encontrar nasas para la pesca, cillas para el queso, sombreros, recubrimientos para proteger objetos de vidrio y hasta sonajeros.

La fabricación de estos materiales estaba reservada a artesanos especializados que dominaban las diferentes técnicas de elaboración. Una actividad más compleja de lo que en un primer momento podría suponerse y que implica conocer bien las plantas que cada uno trabaja, el momento de su recogida, los tratamientos para su preparación y el propio trabajo de construcción de la pieza. Hay que tener además en cuenta que cada tipo de pieza requiere de un proceso de elaboración diferente, algunos muy complejos, lo que obliga a conocer diferentes técnicas de trenzado y manejo de materiales. Objetos de uso frecuente en la vida cotidiana y que, por tanto, eran muy demandados. Era habitual que en cada localidad existiera un cestero dedicado a este menester y a abastecer las necesidades de la zona.

Todavía seguimos utilizando estos objetos para algunos de usos, pero los nuevos materiales y los cambios en nuestras formas de vida los han relegado a un papel mucho más limitado que hace unos años. Esta situación ha afectado de manera importante a esta artesanía y a todos los conocimientos que lleva aparejados. En la actualidad el número de artesanos que se dedican al oficio es muy limitado y podemos considerar que es una artesanía que se encuentra en grave riesgo de desaparición y, con ella, a la pérdida de unos saberes que se han ido fraguando a lo largo de los siglos en una actividad que ha acompañado a la humanidad desde su más remotos orígenes.

Bien es cierto, como comentábamos, que todavía utilizamos algunos objetos. ¿Quién no tiene en su casa una cesta de mimbre para el pan? o ¿Qué aficionado a las setas no sale de casa sin su cesta?. Pero muchos de estos elementos son ya fabricados mediante técnicas industriales o, simplemente, han sido sustituidos por otros elementos y es cada día más complejo poder encontrar artesanos profesionales que mantengan el oficio. Se trata pues de un artesanía que requeriría de medidas urgentes para garantizar su supervivencia y preservar así este importante patrimonio.

Cestería de castaño

El primer paso para elaborar un cesto de castaño es cortar y recoges las varas de madera necesarias que son posteriormente calentadas y peladas. Realizada esta operación se procede a sacar de las mismas las finas láminas de madera con las que se elabora el cesto. Para ello, en primer lugar se procede a realizar una serie de cortes longitudinales en las ramas, rajar la madera. Después, y si es necesario, se procede a rebajar el grosor de las laminas con una afilada cuchilla para darles el calibre necesario.

Terminada esta operación, los listones obtenidos se mojan para dar elasticidad a la madera y se procede a trenzar la base del cesto. A medida que se avanza en esta tarea se irán aplicando pequeños golpes para que las tiras queden bien apretadas; esa labor recibe el nombre de fundado del cesto.

Finalizada la base, se procede a mojar de nuevo el conjunto; si la madera está seca corremos el riesgo que se rompa. A continuación se procede al tejido del cesto. Las tiras de madera que sobresalen de la base se van doblando y se van tejiendo con tiran igualmente de castaño pero un poco más finas que las anteriores. De esta manera se van configurando las paredes de cesto hasta alcanzar la altura deseada.

Para rematar la parte superior del cesto se utiliza una fina vara de madera cortada a la longitud adecuada y cuyos extremos se afilan ligeramente para reducirlas el grosor. Con esa se elabora un aro que se acoplará al cesto. Para ellos se coloca en la parte superior para quedar fijada con las propias tiras del cesto que, dobladas a esta altura y afiladas en su punta para facilitar la labor se introducen en el propio entramado del cesto por su parte interior.

La cestería de castaño fuer muy frecuente en todo el norte de España y también en zonas de Salamanca y Extremadura.

Cestería de mimbre

Las mimbrearas son plantas habituales en zonas templadas, que suele crecer de manera espontánea en las riberas de los ríos, aunque también de realizan plantaciones para obtener sus varas. Tras la recogida, que suele realizarse en el invierno, atándose en hacer que se dejarán secar durante unos meses para a continuación introducirlos en agua durante un dos otres semanas  y proceder a limpiar las varas y eliminar los brotes que puedan presentar.

Se procede después a elaborar el aro del fondo que dará estructura al cesto tranzando varios mimbres. A continuación se elaboran los montantes sobre los que se tranzará la base con largos mimbre que configurarán, al ser trenzados también con varas de mimbre, las paredes del recipiente. Según se van subiendo el cesto, los mimbres se van golpeando suavemente para conseguir que queden suficientemente apretados.

Alcanzada la altura deseada se procede a realizar el remate superior. Para ello se clavan en el entramado del cesto grupos de tres mimbres convenientemente repartidos por el perímetro, tranzándolos entre sí, generando una trenza que protegerá la parte superior del cesto y dará una gran consistencia al conjunto.

De mimbre se han fabricado innumerables tipos de piezas, aptas para diferentes usos en las culturales agropecuarios tradicionales o para su empleo en labores domésticas, piezas en ocasiones de mayor complejidad que, aunque siguiendo el procedimiento general definido anteriormente, se modificaban ligeramente para dar la forma adecuada al uso y los remates o uniones entre piezas que fuera necesario.

El gorro de Montehermoso

En esta localidad del norte de Cáceres se continúa elaborando un característico gorro de la indumentaria tradicional femenina, el gorro de Montehermoso. Se trata de una prenda muy singular y vistosa que ha alcanzado un alto reconocimiento como uno de los símbolos de la localidad y de Extremadura.

La estructura de este singular adorno se fabrica con paja de centeno. Una vez recogida la paja se procede a quitar las pajas cortas o muy finas mediante una operación denominada azotar que permite que las varas de paja de peor calidad se desprendan del haz, golpeando el mismo  contra el suelo. A continuación, se pelan las fibras y se trocean al tamaño adecuado.

Una vez cortada la paja se moja para que gane elasticidad y evitar que se parta durante el manipulado. A continuación, se procede a trenzar la paja en largas tiras que serán la base de la estructura del sombrero. Cada gorro necesita aproximadamente 20 metros de trenza. El gorro llevará tres tipos de tiras:  la trenza,. propiamente dicha /realizada con 7 pajas, el picao (que se utiliza en el remate exterior) y el cordón (que se utilizará para diferentes ornamentos). Finalizada la trenza se vuelve a mojar y se procede a coser en espiral, dándole la característica forma, con lo que la estructura de la gorra quedaría ya formada.

Ahora se procede a coser los diferentes adornos que embellecen este bello complemento y que le aporta su aspecto características. Estos consisten en un espejo (en el caso de las gorras de solteras), telas, borlas de lana, botones y cordones de paja colocadas generando diferentes formas geométricas. Por último, se coloca el forro que se sujeta con el picao.

La pieza ya estaría finalizada y lista para su uso.

Otros materiales

Además del castaño y el mimbre, la cestería tradicional ha utilizado otros materiales como el cañizo, muy abundante a las orillas de los ríos de muchas partes de nuestra geografía, aprovechando las cañas y realizando utensilios que requerían soportar menores pesos, utilizando para ellos técnicas muy similares a las descritas.

Se ha utilizado también paja cosida con zarza. En La Rioja reciben el nombre de escriños, aunque pueden tienen diferentes denominaciones en las diferentes regiones. Con pequeños haces de paja, que se iban enlazando entre sí, se construían las paredes, y se iban cosiendo con zarzas cortadas longitudinalmente. Algunos presentaban grandes dimensiones, recibiendo en este caso el nombre de nasa, y frecuentemente eran utilizados para conservar el grano de la cosecha.

La enea, también muy habitual en los entornos húmedos, ha sido igualmente muy utilizada y era habitual (todavía se sigue utilizando) para fabricar los culos de las sillas.

Técnicas y materiales que van cayendo en el olvido y sobre los que sería necesario abordar medidas para poder garantizar la salvaguarda de este patrimonio cultural en grave riesgo de desaparición.

 

Anexos

Artesanía Albalá
Av las Termas 72-74,
10750 Baños de Montemayor, Cáceres.
Telf. 927488036
Mail: ventas@cesteriaymuchomas.com
WEB: https://www.cesteriaymuchomas.com/

Cestería Longinos
Cestería de castaño
Calle Rabilero
10700 Hervás
Cáceres
Telf: 927473252

Artesanía Gómez
Elaboración de cestas y otros elementos de mimbre y castaño.
N-630, 41
10750 Baños de Montemayor. Cáceres
Telf. 957127501

Cestería Guerrero
Calle de Gravina 62
06220 Villafranca de los Barros. Badajoz.
Telf. 924525038
Mail: info@cesteriaguerrero.com
WEB: https://www.cesteriaguerrero.com/

María José González Roncero
Gorro de Montehermoso
C/ Diputación, 22
Montehermoso. Cáceres.
Telf. 927430506
marigr86@hotmail.com

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