Oficios y artesanías

Instrumentos musicales

La música tradicional se acompaña de diferentes instrumentos, muchos de ellos específicos y característicos de un lugar.

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Descripción
Gaita

La música tradicional se acompaña de diferentes instrumentos, muchos de ellos específicos y característicos de un lugar. Algunos son realizados por los propios ejecutantes, pero otros son complejos y precisan de una cuidada técnica de elaboración para su correcto afinado y buena ejecución. Ello requiere de un buen conocimiento de los materiales, una adecuada preparación de estos y una delicada elaboración. Tareas que deben ser realizadas por artesanos que conozcan adecuadamente las técnicas de fabricación. 

Cada instrumento tiene sus propios secretos y sus técnicas específicas. Esto implica que cada artesano elabore, en general, un catálogo muy reducido de ellos, de los que conoce y domina la técnica; es por tanto un trabajo muy especializado.

El precio de estos instrumentos suele ser elevado ya que requiere de un trabajo muy minucioso, una selección de materiales muy exigente y una gran dedicación por parte del artesano que comienza con un largo aprendizaje. Gracias a los movimientos de reivindicación y recuperación de la música tradicional, existe una cierta demanda que garantiza la viabilidad de los talleres. En todo caso, aunque el número de talleres es limitado y son pocos los profesionales que conservan los conocimientos necesarios, no podemos considerar que sea un oficio en riesgo. 

 

La gaita gallega y asturiana

La gaita es un instrumento de viento muy característico de Galicia y Asturias, aunque la podemos encontrar también, con un uso menos arraigado, en otras regiones españolas. Es un instrumento popular que en la actualidad se encuentra presente en todas las celebraciones y fiestas, así como en actos de todo tipo. Son cientos los músicos que aprenden y tocan el instrumento, una tradición que goza de una excelente salud y cuya supervivencia como instrumento popular podemos considerar que está garantizada. La gaita gallega y asturiana son similares, pero no idénticas, ya que presentan algunas diferencias de importancia. 

La gaita es un instrumento complejo compuesto de diferentes elementos, entre los que destacan: 

Soplete: tubo de madera por donde se introduce, soplando, el aire al fuelle.

Fuelle: en la actualidad se suele construir de material sintético, aunque tradicionalmente se utilizaba una piel normalmente de cabra. Está recubierto de tela. Es el lugar donde se almacena el aire que luego saldrá por los diferentes conductos sonoros de la gaita.

  • Puntero: es el tubo encargado de producir la melodía. En el extremo superior de la misma se encuentra la palleta, con una lengüeta doble que es la que produce el sonido.
  • Roncón: es el tubo más largo del instrumento, se apoya sobre el hombro y genera un sonido continúo, denominado nota pedal, dos octavas por debajo de la tónica del puntero.
  • Ronqueta: es un tubo que sale del fuelle por la parte inferior y se apoya en el antebrazo derecho. Genera también un sonido continuo y se afina una octava inferior a la tónica del puntero. 
  • Ronquillo: es un pequeño tubo que genera también un sonido continuo, dotado de una palleta o un pallón (cuando lleva una lengüeta simple).
  • La ronqueta y el ronquillo son piezas que no se encuentran en la gaita asturiana.
  • Buxa o asiento: son piezas de madera que permiten la conexión de los diferentes tubos con el fuelle.
  • Anillas: se localizan en los extremos de los diferentes tubos para proteger cada una de las partes además de servir como elemento decorativo y de personalización de la pieza.

Las gaitas cuentan también con diferentes adornos como flecos y borlas de distintos colores y formas según el gusto del constructor o del interprete. Aportan un aspecto particular a cada instrumento, confiriéndole una personalidad propia.

La gaita es un instrumento muy antiguo, del que no se conoce a ciencia cierta cuál es su origen. En el norte de España podemos encontrar representaciones de la misma en diferentes capiteles ya desde el siglo XI, lo que nos puede hacer pensar que era un instrumento conocido en esta zona desde épocas anteriores. Algunos autores vinculan su expansión en Asturias y Galicia en relación con el Camino de Santiago. También existe la teoría del origen celta, aunque esta hipótesis, que tuvo una gran difusión durante un tiempo, no cuenta con un soporte documental suficiente y está hoy en entredicho.

El proceso de fabricación es complejo y requiere de conocimientos técnicos y habilidad manual. El primer paso es la selección y el correcto secado de la madera que formará los diferentes tubos que son tallados en forma de prisma rectangular de la longitud adecuada para cada una de las partes; la madera debe ser poco sensible a los cambios de humedad y temperatura siendo una de las más cotizadas la de granadillo. Estas piezas deberán ser perforadas con el diámetro exacto y con gran precisión, es un paso fundamental en el proceso de fabricación. Una vez realizado este barrenado se procede al torneado exterior de cada pieza, para darle forma cilíndrica y aportarle algunos detalles de decoración. Finalizada esta fase se procede al barnizado y a la colocación de las anillas, otra labor que requiere de precisión en su realización. Ya con todas las piezas terminadas, se unen al fudre mediante un fuerte atado que permitirá un perfecto cierre evitando que pueda escaparse el aire almacenado en la bolsa.

La última fase será el vestido. Al fudre se le colocara la funda de tela que lo recubre, en ocasiones con bordados y de diferentes colores. Y se añaden los flecos y borlas que suelen acompañar la decoración de las gaitas.

 

El Txistu y otros instrumentos de Navarra

En nuestro paso por Navarra podremos descubrir algunos de los instrumentos más representativos de la región y talleres donde todavía se continúan fabricando. Txistus, silbotes o diferentes instrumentos de percusión son algunos de los ejemplos que podremos encontrar durante nuestra peregrinación.

El txistu es un instrumento muy representativo de la cultura vasca. Se trata de una flauta de tres agujeros, dos delanteros y uno posterior, que se toca con una sola mano, mientras que con la otra se tañe un tambor con el que se acompañan las melodías.

Su origen es muy antiguo. Algunos estudiosos lo vinculan a ciertos hallazgos arqueológicos, de más de 25.000 años de antigüedad, que muestran flautas de hueso con tres agujeros distales. Sea cual fueren los antecedentes, lo que si podemos asegurar es que existen constancias iconográficas desde la Edad Media.

En la actualidad su uso es muy frecuente en fiestas y celebraciones; también para ejecutar toques de homenaje en diferentes celebraciones.

Los txitus se elaboran con maderas nobles, siendo el ébano una de las más demandadas. La primera labor es tornear los bloques de madera previamente cortados y secados. A continuación, se procede a realizar el taladro interior, una de las operaciones más delicadas del proceso y, finalizado este, se hacen los orificios de digitalización y el rebaje necesario para la lengüeta. Una labor igualmente delicada es la elaboración y colocación de esta lengüeta metálica, que precisa de un correcto corte y una cuidada colocación. El instrumento presenta también dos casquillos metálicos, uno superior y otro inferior, y en ocasiones otros intermedios y que tienen una función protectora. El casquillo inferior tiene un anillo donde se coloca un dedo para facilitar la sujeción del instrumento. Es frecuente que las piezas metálicas se fabriquen de plata.

Del silbote se tiene constancia documental desde el siglo XIX y podemos considerar que es el bajo del txistu. Es un instrumento de mayor tamaño, por lo que no puede tocarse con una sola mano, aunque mantiene una estructura y técnica de elaboración muy similar.

Como se ha comentado las interpretaciones se acompañan con percusión, con tambores de madera o latón, que se cuelgan del antebrazo con el que se toca el txistu, manejando la baqueta con la mano contraria. Es frecuente que los grupos de txistularis llevaran un atabal, tambor que presenta un diámetro mayor que su longitud. Se lleva colgado frecuentemente del cinturón y se toca con dos baquetas; en todo caso este instrumento es utilizado también por otras formaciones de músicos tradicionales de la zona.

Es habitual que, para la interpretación se organicen en grupos formados por dos txistularis, un silbote y un atabal, aunque estos grupos pueden tener diferentes composiciones o, incluso, realizarse por parte de un único intérprete.

Otro instrumento muy tradicional en Navarra y en general en toda la Ribera del Ebro, es la dulzaina.

La madera más habitual utilizada para su fabricación es el granadillo, aunque se pueden emplear otras como el boj. La madera se corta en prismas y cuando tiene las condiciones óptimas de secado se procede a matar las esquinas para que sean más fácil trabajarla y se realiza el cilindrado de la pieza, torneándola y dándola la forma acampanada característica del instrumento. Después se taladra la futura gaita, un orificio que debe ser muy preciso. En primer lugar y mediante una broca de la suficiente longitud se procede a perforar el instrumento y, posteriormente, mediante una broca especial denominada espada, se dará la forma cónica que presenta el interior del instrumento. Terminado este proceso se remata el torneado exterior y se realizan los agujeros de la digitalización. Después se colocan las abrazaderas, normalmente de plata o alpaca, una en cada extremo de la pieza que tienen como objeto proteger el instrumento. 

A continuación, se fabrica el tudel, pequeño tubo de alpaca que lleva una tira de corcho en su parte inferior que permite su encaje en el instrumento. Por último, se realiza la boquilla, de caña. Para ello se abre la caña una vez secada y se va reduciendo su grosor hasta que alcanza la finura suficiente. El trozo de caña se dobla por la mitad y se encaja en el tudel al que se ata y, para finalizar, se corta el extremo y se pule de manera que la caña tenga la finura suficiente para que vibre adecuadamente y produzca el sonido deseado.

 

La zanfona

Se trata de un instrumento de la familia de los cardófonos frotados. Un instrumento muy antiguo y del que contamos con numerosas representaciones desde la Edad Media. Una de estas la podemos encontrar en la imaginería del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago 

Fue utilizada en un primer momento para interpretar música religiosa y profana pasando con los siglos a desaparecer en este uso para convertirse en un instrumento de carácter popular donde encontraría refugio. Sería un instrumento muy utilizado por los ciegos como acompañamiento en la interpretación de romances. La zanfona entró en desuso también por parte de los músicos populares hasta caer en el olvido, pero en las últimas décadas se ha producido un movimiento de recuperación del mismo y hoy contamos tanto con luthiers especializados en su fabricación, como con interpretes que la han incorporado en sus repertorios. 

Se trata de un instrumento complejo. Esa formado por una caja de resonancia, para cuya fabricación se utiliza madera de abeto o arce entre otras. Además de la función propia de ampliación del sonido, sirve de soporte al resto de los elementos. Sobre ella se montan las cuerdas, unas que emitirán un sonido continuo en número de dos y otras sobre las que se ejecutará la melodía que pueden ser dos o tres, con sus correspondientes enganches y un clavijero que permite su afinación y que se localiza en la parte superior del instrumento. Cuenta también con una rueda que asoma por encima de la caja y que es accionada mediante una manivela metálica que sale por el extremo contrario al clavijero y que, a través de un eje igualmente metálico, transmite movimiento a la rueda. Esta, al entrar en movimiento, frota las cuerdas, produciendo un sonido continuo. La melodía se ejecuta mediante un teclado situado en la parte superior de la caja. Las teclas, construidas igualmente de madera, no disponen de muelle que recupere su posición original, sino que este proceso se produce por gravedad, por lo que es necesario tocar el instrumento en una posición inclinada, con las teclas orientadas hacia la parte inferior, para que esta acción sea posible.

Su construcción es compleja ya que el número de elementos y mecanismos es elevado. Los constructores de estos instrumentos presentan pues una alta especialización. A pesar de ello, en nuestro país contamos con un número importante de luthier que dominan la técnica y podemos considerar que el futuro del instrumento está asegurado.

 

En nuestro recorrido por el Camino podemos visitar diferentes artesanos empeñados en la fabricación de estos instrumentos. Una oportunidad para conocer los secretos de estas artesanías, y sobre la música tradicional de los territorios que vamos atravesando.

Anexos

Constructor de Gaita Gallega

PABLO CARPÍN

Rua das Mulas, 38

15705 Santiago de Compostela. A Coruña

Tlf. 626588381

pablo.carpin@gmail.com

 

Constructores de gaita asturiana

ETIMTA SL

Gaitero

C/ Molin del Sutu, nº 12

33930 La Felguera. Langreo. Principado de Asturias.

Telf. 985677113

WEB: https://gaitasturiana.wordpress.com/

 

MIGUEL ALONSO

Gaitero

Avenida de la Playa, 19

33320 Colunga. Principado de Asturias

Telf. 651858518

 

Constructor de instrumentos tradicionales de Navarra

EZPELA

Instrumentos musicales

C/ Zortziko, 3

31013 Berriozar. (Navarra).

Telf. 687922426

WEB: https://ezpela.com/

 

Constructor de zanfonas y otros instrumentos cardófonos

XERMAN ARIAS

 Rúa Marqués de Ugena, 48. 

27600 Sarria, Lugo

xermaluth@arxemil.com

Tel. 982533654

WEB. https://artesaniadegalicia.xunta.gal/gl/obradoiros/arxemil

 

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