Durante la última noche de febrero y primera de marzo tienen lugar las coplas conocidas con el nombre de “marzas”, unos cantos populares petitorios que en origen eran entonados por los mozos solteros de los pueblos, los cuales iban de casa en casa solicitando un obsequio. Cierto es que los habitantes de Mecerreyes siguen manteniendo la fecha, con una segunda convocatoria para los guiletos (gentilicio de la localidad) ausentes el sábado del fin de semana más cercano al 28 de febrero. En Mecerreyes no recuerdan que Las Marzas hayan estado perdidas, pues incluso se mantuvieron después de la Guerra Civil.

Las actividades comienzan el sábado por la mañana con la recogida de támbaras (ramas finas) para hacer el fuego en torno al cual se cantarán Las Marzas. Ya, a las doce de la noche, tendrá lugar el propio canto de Las Marzas, al calor de la hoguera.

Las gentes del pueblo, antiguamente los mozos, salían a la calle y se  formaban dos grupos, uno a cada extremo de la calle cantando a capella (sin instrumentos)  de manera antifonal (uno de los grupos empieza a cantar y el otro contesta), hasta completar las 64 coplas divididas en 5 apartados: Invocación, canto a la naturaleza, canto a la juventud, nuevamente canto a la naturaleza y despedida. Suelen llevar los textos escritos ya que en la actualidad muchos jóvenes no conocen la letra de memoria. Antaño había varios pares de hogueras, aunque ahora sólo se hacen en cuatro puntos. Comienza la ronda pidiendo permiso al alcalde. Un grupo entona los dos primeros versos de cada estrofa y el segundo grupo responde con los dos últimos versos.

El origen de Las Marzas, puede guardar relación con el comienzo del año Romano. Para el investigador Caro Baroja «los mozos son los descendientes de los que en otra época salieron con motivo del comienzo del año o «Kalendae Martiae» cantando las llamadas «martiae», que anunciaban la venida del primer mes del año dedicado a un dios de la agricultura, después de los meses purificatorios».

Algunas de las coplas son las siguientes:

INVOCACIÓN

Con la licencia de Dios

y la del Señor Alcalde

queremos cantar las Marzas

sin hacer perjuicio a nadie.

CANTO A LA NATURALEZA

Esta noche entrará Marzo

de la media noche abajo

cuando el labrador redobla

sus afanosos trabajos.

CANTO A LA JUVENTUD

Al oído, oído

damas y doncellas

que esta juventud,

atención os ruega.

CANTO AL AMOR

Escucha doncella

con atento oído,

tu retrato que hace

un galán rendido.

DESPEDIDA

A las mocitas de arriba

les rogamos levantar

a poner un par de huevos

para mañana almorzar.