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Logroño
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Arzúa
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Denominación
Acogida tradicionalFechas
Desde 1970 hasta 2020,En toda la extensión del camino de Santiago español se comparte un patrimonio inmaterial que concierne al tratamiento de acogida del peregrino. Desde Jaca o Navarra hasta Galicia predomina un concepto de la acogida del forastero cuya herencia se remonta a los orígenes medievales del camino de Santiago.
Su propia definición de acogida u hospitalidad se va a relacionar con los orígenes del camino. En el siglo XVI, Covarrubias recordaba que acoger es “recibir en si, o en su casa y morada: como el que acoge huéspedes. Acoger, recibir con amor y cortesía”, y se puede afirmar que en el Camino de Santiago se sigue manteniendo el concepto pleno de esa definición original. Por hospedar definía que era “recoger en casa huéspedes, forasteros, y peregrinos: una de las obras de caridad de que se nos ha de hacer cargo en el día del juizio [final]”, y recomendaba compadecerse “del pobre peregrino”, “albergádole”.
Actualmente, los contenidos de la primera acepción de hospitalidad en el diccionario de la RAE permite vincular su presencia en el perfil del Camino de Santiago, al ser la “virtud que se ejercita con peregrinos, menesterosos y desvalidos, recogiéndolos y prestándoles la debida asistencia en sus necesidades”. Esa misión de la palabra en origen ha dejado su rastro en las formas de acogida y hospitalidad al peregrino, que han variado como veremos.
La hospitalidad en el camino de Santiago se manifiesta de muy diversas formas. Partía desde la tradicional acogida cristiana, y desde el siglo XXI se solapa con tradiciones y formas de sociabilidad laicas.
La configuración del paisaje del Camino de Santiago está relacionado con la presencia de los peregrinos. Primero, por las marcas de la ruta, segundo por los espacios religiosos y simbólicos, y tercero mediante los lugares de paraje para su descanso o recuperación. Se jalona por las iglesias, ermitas y antiguos hospitales establecidos al efecto desde la Edad Media y Moderna, que desde el siglo XX se fueron sustituyendo por albergues y espacios laicos. Actualmente, los peregrinos son hospedados en albergues, hostales, iglesias, antiguas escuelas o teatros que abren sus puertas, representando práctica y simbólicamente la idea de acogida.
Si bien la fecha en que se manifiesta esa forma de recepción es durante todo el año, es más concurrida en periodos vacacionales, especialmente en la estación de verano por lo favorable del clima en esta región norte de España, y las facilidades para los peregrinos y voluntarios de asistir.
En las diferentes provincias y comarcas se ofrecen algunas diferencias relacionadas con la socialización de los peregrinos, en función de que nos encontremos en las zonas de inicio (Roncesvalles, donde se promueve más el conocimiento de personas que comienzan la etapa), o el reconocimiento de los jalones conseguidos (con la entrega de los correspondientes certificados, en León o en Galicia). Las villas y ciudades de países (Francia o Portugal) desde los que también se realiza el camino es posible que compartan tradiciones de acogida dependiendo de la generosidad, confianza y altruismo de sus habitantes. En este sentido, en algunos lugares como Évora sólo es posible saber que estamos en zonas del camino de Santiago por las señalizaciones en ciudades y caminos, pero no se encuentran registradas estas formas de hospitalidad y reconocimiento del peregrino asociadas al camino de Santiago como en España.
Para mantener esta tradicional acogida son esenciales tanto los albergues que promueven, lejos de los criterios capitalistas, el sentido de la fraternidad y apoyo al peregrino como las asociaciones de amigos del Camino de Santiago. Numerosas organizaciones extendidas a lo largo del camino consiguen gracias a sus voluntarios, que a menudo entregan su tiempo de vacaciones para realizar su servicio altruista: mantener limpios los albergues, dar recibimiento a los peregrinos y de agasajarles con pequeños detalles, a cambio de un donativo. Este modelo de convivencia pervive gracias a los vecinos hospitalarios, a las mencionadas organizaciones, a la generosidad de algunos albergues laicos y religiosos, y a quienes son depositarios de mantener el legado con su regreso, los peregrinos que desde hace décadas siguen frecuentando aquellas instalaciones manteniendo escrupulosamente las reglas de sociabilidad fraternal.
Para la pervivencia de esas tradiciones en la actualidad hay que considerar las promociones que se hicieron a inicios de siglo en el marco del auge internacional del turismo (destacando la exposición regional gallega de 1909), o durante la primera República difundiendo los monumentos. Después, durante el franquismo, impulsando la idea de la cruzada y del imperio, o la unión religiosa mediante el peregrinaje de la Juventud de acción católica de España. Al menos desde 1965 se registran organizaciones internacionales fortaleciendo la idea de la fraternidad, promoviendo la “Ruta de Santiago” para jóvenes europeos que iban residiendo en las casas de los vecinos mediante acuerdos y pagos simbólicos. En tiempo de democracia hay que destacar la labor realizada por el Estado impulsando la promoción del disfrute del patrimonio arquitectónico, y la Xunta de Galicia promoviendo el conocimiento de la tierra, los amigos del Camino manteniendo las labores de acogida, y las comunidades locales siguiendo con sus tradicionales prácticas de bienvenida. Por ello se puede decir que el mantenimiento de esta tradición ha sido común a los diversos gobiernos y regímenes políticos, favoreciendo más o menos el mensaje cristiano, que cada vez cede mayor espacio a la importancia del valor del patrimonio cultural en sus diversas facetas, como esta inmaterial que aquí se resalta.
Caballero, Fermín, Nomenclatura Gráfica de España: análisis gramatical y filosófico, Madrid, 1834 .
Covarrubias Orozco, Sebastián de Tesoro de la lengua castellana o española, Madrid, Melchor Sánchez, 1674, voz: acoger, hospedar.
Entrevistas realizadas por MZM a Rosa Montes Allén (peregrina 1965-2021): julio -agosto 2021.
Exposición: José Tono Martínez, Carteles para un camino. 100 años de ilustración jacobea, Madrid, BNE, 2001.
Somavilla, José Manuel, Guía del Camino de Santiago a pie, Madrid, Tutor, 2016 (reed. 1999).
Fotografías
Rosa Montes Allén ; Manolo Lamazares.
María Zozaya-Montes mzozayam@yahoo.es
Acogida tradicional
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