Comunidad Gitana

El trato de bestias

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Descripción

El modo y estilo de vida del pueblo gitano ha permanecido intacto durante siglos, caracterizándose por un nomadismo que condicionaba de manera innegable la totalidad de las facetas y ámbitos de esta comunidad hasta hace bien poco.

Por ello, un criterio unificador que podemos encontrar independientemente del término que se emplee para referirse a estos es el relativo a su estilo de vida: el nomadismo, la trashumancia, etc. (LIÉGEOIS, 1987). La cultura rom o gitana, históricamente va intrínsecamente ligada al nomadismo, como forma de vida.

“Para el Gitano y el itinerante, el viaje tiene una múltiple funcionalidad: permite una organización social, da pie a la adaptabilidad y a la flexibilidad y hace posible ejercer los oficios.” (LIÉGEOIS, 1987: 72).

Ligadas pues al concepto de la trashumancia, algunas de las principales actividades económicas llevadas a cabo por el gitano históricamente eran la compra y venta de objetos o artilugios y animales o “bestias” (ganado caballar). Estas labores se transmitían de generación en generación de manera que los linajes se iban especializando en una actividad determinada, creándose familias de tradición “canastera”, “herrera”, “tratantes de animales”, o “vendedores de telas” o “traperos”. En el caso de los gitanos aragoneses, las principales actividades económicas eran generalmente la canastería y el trato de bestias.

Veníamos de una familia donde siempre nos hemos dedicao un poco al trato de equinos, de animales. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

Esta labor especializada y transmitida por tanto de padres a hijos, era llevada a cabo por los hombres de la casa, quienes a menudo realizaban largos viajes con motivo de la celebración de ferias en distintos lugares del país, o simplemente para cerrar un trato con un ganadero o cliente, normalmente de confianza. El aprendizaje de la doma y el buen trato con los animales, se realizaba de forma aplicada y autodidacta.

Yo con 2 o 3 años ya estaba po’l medio de los animales. Entonces veías un animal y le veías la cara y sabías p’ande iba a ir, porque te avisan, antes de darte una coz o de pegarte un mordisco te dicen: “no te acerques que te voy a morder”. Ellos te avisan, entonces caro, esas señales sí que las entiendes. Y luego a los animales hay que quererlos, hay que tratarlos bien, respetarlos y se hacen. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

El oficio de tratante casaba en sobremanera con muchos de los valores gitanos, además de ser por razones obvias un desempeño factible para el gitano pues le permitía poder desplazarse de un lugar a otro sin necesidad de asentarse por largo tiempo en un determinado lugar (con la represión que eso a menudo podía acarrear). Por ello, la figura del tratante se ha ligado al Pueblo Gitano, siendo especialmente apreciada por parte de los romaníes, un oficio propio de la etnia, que era muestra de la chalanería, el arte del negocio, el respeto a la palabra dicha, valores que aun a día de hoy siguen siendo ensalzados por el gitano.

Mi padre que era mu formal, tenía mucha clientela a la hora de vender un mulo, un macho, una mula, un caballo. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

Hacíamos las ferias, comprábamos bestias por ahí. Y la bestia que servía, pues se vendía otra vez para gente que lo usaba para trabajar, que por eso teníamos mucha clientela nosotros en to este término de Casetas, Garrapinillos, Utebo, Monzalbarba; por ahí teníamos mucha clientela que era donde solíamos vender los animales. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

El arraigo que muchas familias gitanas han tenido al trato de bestias es tal, que ha sido no solo su forma de ganarse la vida, sino su pasión:

Todos iban con moto y yo iba con caballo, porque no tenía moto (ríe), entonces iba con mi caballo. Con los caballos siempre he estado muy implicao, para todo. O sea, yo mis movimientos por ejemplo eran llevar mulos a Zaragoza, llevar un mulo a Utebo… pues mi medio de llevarlo era mi caballo, que ataba el mulo a la cola y lo llevaba a uno, traía a otro, era mi medio de transporte siempre. Entonces siempre estaba mu vinculao a los caballos y los ratos libres eran pues que estabas domando un potro… ahí pasábamos el tiempo. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

Al igual que tantas otras prácticas y labores antiguas, el trato de bestias a día de hoy ya no es algo habitual en el Pueblo Gitano, pues el contexto socioeconómico actual no permitiría obtener beneficios suficientes en la mayoría de casos como para vivir dignamente. Otros factores que influyen en este fenómeno son el fin del nomadismo gitano (aproximadamente desde la segunda mitad del siglo XX) y las diferentes regulaciones jurídico-administrativas que dificultan en sobremanera la tenencia de animales de este tipo más allá de lo puramente ocioso. El gitano a día de hoy sigue gustando (quien puede permitírselo) de tener caballos, por desgracia para muchos, únicamente como hobby. Otros sin embargo (casos aislados), se siguen dedicando actualmente de una manera mucho más profesional a esto, especialmente como jinetes, no tanto como ganaderos.

El tema de los equinos pues nos lo hemos dejao un poco de hobby, seguimos teniendo caballos pero más hobby que otra cosa. Porque se ha puesto muy difícil el poder tener caballos o el poderte dedicar a otro tipo de negocio, porque normalmente a lo que tienes más de 3 caballos ya eres una empresa, entonces el comprar y vender algún caballo ya se ha olvidao, no te dejan. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

Hay algún gitano que es un fenómeno, se ha hecho un buen jinete, gente joven que aún puede y tiene fuerza pa seguir domando caballos y sigue haciendo cosas. Pero normalmente las siguen haciendo para alguien que tiene mucho dinero y puede tener una buena ganadería, entonces esta gente está ahí. Que vivan del animal ellos mismos… me parece que hay uno por Burgos y queda alguno pues en… Valencia creo que hay otro y luego por Andalucía sí que hay alguno, pero poco más. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

Quería seguir siendo gitano porque me gustaba mucho el tema de la ganadería, por eso sigo teniendo caballos, entonces sí, me gustaba este mundo y me hubiera gustao seguir en ese mundo. Lo que pasa que ese mundo se acabó, y cuando se acabó pues tienes que buscarte otra forma de vida y lo hice así. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

 

Por lo general, el tipo de ganado equino que se compraba y vendía era para el trabajo, mulos, yeguas, caballos y en general animales que sirvieran para la cotidianeidad y las diferentes labores del campo. Si bien es cierto que había gitanos especializados en la doma de caballos de competición, que a día de hoy siguen existiendo, estos eran los menos.

Entonces hablábamos de trabajo, eran animales que en aquellos tiempos decían “que sepa maquinear”. Maquinear era que lo metían por en medio de las verduras y el animal tenía que ir ahí derecho sin pisarlas y ahí se les daba la labor a la tierra para poder regar y quitar las hierbas y todo eso. Entonces buscaban animales que supieran trabajar y eso era lo que buscábamos nosotros, en muchos sitios. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

En ciertas ocasiones y por oportunidad o por necesidad, el tipo de ganado con el que se comerciaba podía variar, no siendo únicamente el equino con el que se trabajaba:

En el vacuno empecemos por casualidad, no fue algo estudiao. Empecemos de novatos, íbamos mucho por ahí po’l Pirineo porque había unos mulos muy buenos, hijos de yeguas percheronas y comprábamos mulos por allí especiales. Pero un viaje, había pocos mulos pa comprar, compremos dos y había un señor que quería vender 4 vacas o 5 y le compremos las vacas. Hombre n. 1958 en Casetas (Zaragoza)

TRANSMISIÓN

Los hombres de la familia (hermanos, padres y allegados) han sido por lo general quienes han transmitido los saberes ligados al mundo de la doma y el trato de animales, al resto de varones del hogar. De manera oral y sin una formación como tal, incluso en muchas ocasiones de manera autodidacta a través de la observación directa por parte de los jóvenes.

VALOR

Durante muchos años, la importancia que se le ha dado a este tipo de prácticas era grande, siendo bien valorada y motivo de prestigio entre gitanos el hecho de pertenecer a una casta de tratantes u otros oficios también considerados gitanos.

ANTIGÜEDAD Y CONTINUIDAD

A pesar del valor que se le daba a esta práctica, desde la segunda mitad del siglo pasado aproximadamente, los procesos de sedentarización que ha experimentado el Pueblo Gitano, así como las diferentes regulaciones legales, han provocado que el desempeño de estas labores haya desaparecido prácticamente por completo tal y como se concebía anteriormente. Se conserva en muchos casos el arraigo a los animales, especialmente al equino, pero de una forma mucho más ociosa y limitada.

SALVAGUARDA

Que así conste, no se está llevando a cabo ninguna medida de salvaguarda de este elemento del patrimonio inmaterial como tal. El contexto socioeconómico no da pie a la consecución de este tipo de labores. No obstante, la existencia de algunos gitanos que aún guardan un fuerte arraigo con el equino como afición o pasión está ahí, los cuales siguen haciendo pequeños intercambios o tratos con bestias.

Anexos

LIÉGEOIS, Jean-Pierre. Gitanos e itinerantes. Madrid, Asociación Nacional Presencia Gitana Acatarí Esichén Asidiajú Callí, 1987.

NIETO, Antonio; DUART, José y BORJA, César Miguel. Gitanos de Aragón. Zaragoza, edición de los autores, 1979.

PROFESORADO CPEPA JACETANIA. Dron, dron caló. Camino, camino gitano. Barrio San Jorge, Jaca. Jaca, CPEPA Jacetania, 2010.

Santos Baso. Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca.

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